Mitos y verdades sobre el bronceado en solárium

¿Tienes dudas sobre el uso del solárium? Existen muchos mitos alrededor del bronceado artificial, por eso queremos desmontar los más comunes.

MITO: Broncearse “en seco” acelera el proceso de bronceado.
VERDAD: Los cosméticos especializados para solárium deben acompañarte en cada sesión. Gracias a ellos, no solo te broncearás más rápido y obtendrás un tono más intenso, sino que también mejorarás el estado y la hidratación de tu piel. Además, estos productos pueden tener efectos adicionales, como combatir la celulitis, neutralizar los radicales libres o ralentizar el envejecimiento cutáneo.

MITO: Para broncearse en el solárium se pueden usar los mismos productos que para tomar el sol.
VERDAD: No se deben usar aceites ni cosméticos con filtro solar (SPF) en el solárium, ya que no están testados en condiciones artificiales. El uso de SPF en el solárium dificulta la aparición del bronceado, por lo tanto, si deseas conseguir un tono más oscuro, es mejor evitarlos. Además, los cosméticos no aptos para solárium pueden dañar las placas acrílicas de la cabina. ¡Usa solo productos diseñados para este tipo de bronceado!

MITO: Cuanto más largas las sesiones de bronceado, mejor.
VERDAD: Ajustar correctamente el tiempo de exposición es clave para un bronceado seguro. El tiempo debe adaptarse individualmente al tipo de piel y su condición. Si rara vez usas el solárium o tienes la piel clara, opta por sesiones más cortas. Si tienes piel oscura y usas el solárium con frecuencia, puedes elegir sesiones más largas. Recuerda que es mejor hacer sesiones cortas que una larga, la cual puede provocar irritaciones o quemaduras. Incluso con sesiones cortas, se deben respetar los intervalos de al menos 48 horas.

MITO: El bronceado en solárium ayuda a tratar el acné.
VERDAD: Un leve bronceado puede mejorar temporalmente el aspecto de la piel, pero el uso regular del solárium no es recomendable para pieles con acné. Además, muchos tratamientos para el acné son incompatibles con el solárium y pueden causar reacciones alérgicas.

MITO: Broncearse en el solárium acelera el envejecimiento de la piel.
VERDAD: Una exposición adecuada y el uso de cosméticos específicos protegen la piel de la resequedad e irritación. Por tanto, un bronceado razonable y seguro no conlleva un envejecimiento prematuro de la piel.

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